En mi opinión es mucho más importante dejar que los niños experimenten, prueben, manipulen, investiguen y se impliquen de lleno en las actividades y los contenidos que se trabajan con ellos, que explicar todo y luego pedir que se haga una serie de actividades monótonas, repetitivas y sin interés para los alumnos.
Con la imagen inferior se ve de forma gráfica cómo trabajar la literatura y los textos narrativos, descriptivos, etc. de una forma más dinámica y basándonos en el trabajo de los niños. De esta forma los alumnos experimentan en primera persona lo que cuesta escribir y la cantidad de elementos que se necesitan para componer un cuento, una descripción, etc.
Este tipo de actividades favorecen la imaginación y el desarrollo artístico de los alumnos, además de desarrollar la confianza en ellos mismos al ver que pueden ser unos "pequeños escritores"o aprendices de escritor.
También se puede jugar a coger tarjetas al azar y, haciendo grupos, repartir una a cada alumno teniendo que emplear esa tarjeta para componer un texto entre todos usando esas palabras. Habrá textos con sentido y otros que serán auténticos disparates.
Es una buena forma de motivar a los alumnos y fomentar la lectura y escritura en ellos. Añadiendo la variante de contar el cuento final en en el aula, también se fomentaría la expresión oral.
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